martes, 30 de noviembre de 2010

La olvidemos corazòn


Corazón la olvidemos que ya no podemos seguir así,
Yo siento que la vida se me escapa
Vos sentís una agonía en cada latir
Por tanto espérala.

Es momento que los dos nos pongamos de acuerdo
Y olvidemos de una vez a esa mujer
Arranca de vos cada uno de sus recuerdos
Yo arrancare el perfume de su piel.

Corazón hemos caído tan profundo
Fuimos vencidos por esos ojos claros,
Por los labios más dulces del mundo,
Por la suavidad de tus manos.

Tenemos que sacarla de nuestra vida
Por favor lo antes posible olvídala
Porque yo tengo miedo de recordarla
Y volverte a abrir esa mortal herida.

Daniel Lerma

Hay amores


Necesito decirte que las rosas nunca pierden su color
que la sinceridad entre los humanos es el mejor valor
que se aprende cada dia cuando despiertas y caminas
y que un simple detalle nos devuelve la alegría

quiero decirte que hay amores que se aman con tan solo respirarse
que se aman ha distancia sin poder acariciarce
y no como aquellos que se alimentan por un papel y derechos
los amores no permitidos dan su vida por un dulce beso

esos amores que son complices de la luna
por no tener un lugar donde se puedan ver
un sitio donde puedan entregarce con pasion
esos amores nunca mueren viven eternamente en el corazon

amores que dejan besos en el cielo, caricias y algo mas
son estrellas de sinceridad que tu veras brillar
es el aire que respiro cuando quiero llenarme como tu de mi
y estos mis versos que nacen de mi alma para ti...

Necesito decirte que hay amores como el nuestro
de dos seres perdiendo la cordura

Ocarina

lunes, 29 de noviembre de 2010

La Lluvia




Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto. 
 
J.L Borges

El enamorado.


Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura. 

J.L Borges

domingo, 28 de noviembre de 2010

Haz como el sol


No te aferres al pasado
ni a los recuerdos tristes.
No abras la herida que ya cicatrizó.
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos.

Lo que pasó, pasó...

De ahora en adelante,
pon tus fuerzas en construir una vida nueva,
orientada hacia lo alto, y camina de frente,
sin mirar atrás.

Haz como el sol que nace cada día,
sin pensar en la noche que pasó.

Vamos, levántate...
porque la luz del sol está afuera!

Una rosa de tu amistad


Como los pétalos de tu rosa
firmes y bonitos,
proteges con tus púas.
Para que nadie separe
ni un pétalo de tu amistad.
Con tu perfume das
a cada uno de ellos
el aroma de tu amistad.
Y con cada rocío
alimentas los corazones.
La luz brilla su color de amistad.
Luz…que ilumina tu camino.
Su aroma para sazonar tu existir.
Su belleza para entregar todo tu amor.
Una rosa de tu bella amistad
que perdurará
hasta la eternidad. 

Minerva Dirksz

Verdadera compañera.


Entre palabras y risas
bajo una luna latente
de este frío invierno
nos conocimos de repente.
Amiga mía, cuanto te he esperado,
no te imaginas cuantas veces te he soñado.
Eres tan especial y tan compañera.
me acompañas con mis risas
tristezas y penas.
Estas siempre atravesando las fronteras
para que llegue a mí,
la melodía de tu voz.
Y cuando me siento sola
en días de nostalgia
me acompañas con tus ojos en silencio
y me haces sonreír.
Porque eres flor
que no deshoja con el tiempo,
que reparte su perfume
por donde quieras
¡Oh Amiga cuanto te quiero! 

Luciana Carelli

viernes, 26 de noviembre de 2010

Los Amigos.


En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

Julio Cortàzar

Lluvia.


Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

J.L Borges

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pasiòn

 
I
Tú tienes, para mí, todo lo bello
que cielo, tierra y corazón abarcan;
la atracción estelar ¡de esas estrellas
que atraen como tus lágrimas!;

II

La sinfonía sacra de los seres,
los vientos, los bosques y las aguas,
en el lenguaje mudo de tus ojos
que, mirándome, hablan;

III

Los atrevidos rasgos de las cumbres
que la celeste inmensidad asaltan,
en las gentiles curvas de tu seno...
¡oh, colina sagrada!

IV

Y el desdeñoso arrastre de las olas
sobre los verdes juncos y las algas,
en el raudo vagar de tu memoria
por mi vida de paria.

V

Yo tengo, para ti, todo lo noble
que cielo, tierra y corazón abarcan;
el calor de los soles, ¡de los soles
que, como yo, te aman!;

VI

El gemido profundo de las ondas
que mueren a tus pies sobre la playa,
en el tapiz purpúreo de mi espíritu
abatido a tus plantas;

VII

La castidad celeste de los besos
de tu madre bendita, en la mañana,
en la caricia augusta con que tierna
te circunda mi alma.

VIII

¡Tu tienes, para mí todo lo bello;
yo tengo para ti, todo lo que ama;
tú, para mí, la luz que resplandece,
yo, para ti, sus llamas!
(Almafuerte)

El dìa que me quieras.


El día que me quieras tendrá más luz que junio;
La noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.

Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.

El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Extasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo
serán cuando me quieras.

Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por los montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco : ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.

El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa, cada arrebol miraje
de "Las Mil y una Noche", cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.

El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.

AMADO NERVO

martes, 23 de noviembre de 2010

El Barco


Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo
por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?
Queremos mirar las nubes,
queremos tomar el sol y oler la sal,
francamente no se trata de molestar a nadie,
es tan sencillo: somos pasajeros.

Todos vamos pasando y el tiempo con nosotros:
pasa el mar, se despide la rosa,
pasa la tierra por la sombra y por la luz,
y ustedes y nosotros pasamos, pasajeros.

Entonces qué les pasa?
Por qué andan tan furiosos?
A quién andan buscando con revólver?

Nosotros no sabíamos
que todo lo tenían ocupado,
las copas, los asientos,
las camas, los espejos,
el mar, el vino, el cielo.

Ahora resulta
que no tenemos mesa.
No puede ser, pensamos.
No pueden convencernos.
Estaba oscuro cuando llegamos al barco.
Estábamos desnudos.
Todos llegábamos del mismo sitio,
Todos veníamos de mujer y de hombre.
Todos tuvimos hambre y pronto dientes.
A todos nos crecieron las manos y los ojos
para trabajar y desear lo que existe.

Y ahora nos salen con que no podemos,
que no hay sitio en el barco,
no quieren saludarnos,
no quieren jugar con nosotros.

Por qué tantas ventajas para ustedes?
Quién les dio la cuchara cuando no habían nacido?

Aquí no están contentos,
así no andan las cosas.

No me gusta en el viaje
hallar, en los rincones, la tristeza,
los ojos sin amor o la boca con hambre.

No hay ropa para este creciente otoño
y menos, menos para el próximo invierno.
Y sin zapatos cómo vamos a dar la vuelta
al mundo, a tanta piedra en los caminos?

Sin mesa dónde vamos a comer,
dónde nos sentaremos si no tenemos silla?
Si es una broma triste, decídanse, señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora.

Después el mar es duro.

Y llueve sangre.

Caballero sòlo


Los jóvenes homosexuales y las muchachas amorosas,
y las largas viudas que sufren el delirante insomnio,
y las jóvenes señoras preñadas hace treinta horas,
y los roncos gatos que cruzan mi jardín en tinieblas,
como un collar de palpitantes ostras sexuales
rodean mi residencia solitaria,
como enemigos establecidos contra mi alma,
como conspiradores en traje de dormitorio
que cambiaran largos besos espesos por consigna.

El radiante verano conduce a los enamorados
en uniformes regimientos melancólicos,
hechos de gordas y flacas y alegres y tristes parejas:
bajo los elegantes cocoteros, junto al océano y la luna
hay una continua vida de pantalones y polleras,
un rumor de medias de seda acariciadas,
y senos femeninos que brillan como ojos.

El pequeño empleado, después de mucho,
después del tedio semanal, y las novelas leídas de noche,
en cama,
ha definitivamente seducido a su vecina,
y la lleva a los miserables cinematógrafos
donde los héroes son potros o príncipes apasionados,
y acaricia sus piernas llenas de dulce vello
con sus ardientes y húmedas manos que huelen a cigarrillo.

Los atardeceres del seductor y las noches de los esposos
se unen como dos sábanas sepultándome,
y las horas después del almuerzo en que los jóvenes estudiantes,
y los jóvenes estudiantes, y los sacerdotes se masturban,
y los animales fornican directamente,
y las abejas huelen a sangre, y las moscas zumban coléricas,
y los primos juegan extrañamente con sus primas,
y los médicos miran con furia al marido de la joven paciente,
y las horas de la mañana en que el profesor, como por des-
cuido,
cumple con su deber conyugal, y desayuna,
y, más aún, los adúlteros, que se aman con verdadero amor
sobre lechos altos y largos como embarcaciones:
seguramente, eternamente me rodea
este gran bosque respiratorio y enredado
con grandes flores como bocas y dentaduras
y negras raíces en forma de uñas y zapatos.

PABLO NERUDA

lunes, 22 de noviembre de 2010

Te entrego el corazòn.


Mi amor hoy te digo
Que te llevo en mi mente
Te entrego mi cariño
Mi amor para siempre

Tú me llenas de dicha
Me llenas de felicidad
Me llenas de alegría
Y al cielo me haces llegar

Esta dicha que siento
Es algo maravilloso
Un hermoso sentimiento
Que me llena de gozo

Tu mirada ilumina mi camino
Tu risa es una hermosa canción
Tu alma es un tesoro divino
Tu rostro cautiva mi corazón

Todo de ti me encanta
Por ser como eres te quiero
Tú eres una hermosa planta
De bellas rosas de terciopelo

Eres la reina de mi castillo
Y la reina de mi amor
Me pones como un chiquillo
Por todo eso Te Entrego el Corazón

EDWIN RAFAEL CUELLAR VEDIA

Llegaste a mi


Mi vida entera he pensado
retroceder en el tiempo
y hacer volar, como el viento,
los errores del pasado
y sentir de nuevo, adentro,
ese amor casi olvidado.

Hoy tu vida entra en la mía
y siento todo ha cambiado,
pues no pienso en el pasado,
llega a mi la poesía,
mi tristeza se ha marchado
dando paso a la alegría.

Hoy, sin dudas, cambiarían
las horas por los segundos
y el momento de estar juntos
muy pronto, pronto seria
y mi sueno en este mundo
por fin realidad se haría.

Y si llegara ese día
en que tu estés a mi lado
con mi puno bien cerrado
el tiempo yo atraparía
haciendo que un beso ansiado
dure mil anos y un día!!!

MANUEL LESTER

domingo, 21 de noviembre de 2010

Y seguiremos Juntos.


Y mientras tanto...

Nacerán nuevas rosas quizás con más espinas;
volarán en otros cielos oscuras golondrinas,
y tu amor y el mío juntos
como fuego de una misma hoguera.

Y al caer nuevas lluvias en cada primavera
brotarán como espumas de barcos que se alejan
pasiones convertidas en sueños de locuras
caricias extraídas de un pozo de ternura.

Y seremos esclavos de este amor sincero y puro
Y seremos los amos de este amor tan profundo.
Y seguiremos juntos
Y seremos amantes, amigos, esposos;
Tú serás mi guía; tu serás mis ojos.
Yo seré tu risa, también tu sollozo.

Y seremos cuan penumbra que muere en el ocaso;
yo seré tus huellas, tu serás mis pasos.
y seremos como pasto bañado de rocío
y seremos la rivera del más angosto río,
pues si muere una orilla ha de morir la otra
como muere en cautiverio la más hermosa gaviota.

DANIELA GONZALES

La Rosa Azul.



Tu mano suavemente se desliza
acariciando, tierna, mis cabellos.
Se detiene entibiándose en mi cuello
duda un momento y sigue... ya sin prisa.

Aparta el velo que mi pecho cubre
y temblorosa emprende la conquista,
llega a la cumbre... sin piedad la excita...
y ante tanta pasión ella sucumbe.

Y al alejarse, dulce y misteriosa,
se rebela mi piel ante la ausencia
y te busca mi mano entre las sombras.

El sueño desvanece... y silenciosa
la luz me muestra que de tu presencia
quedó una rosa azul... ¡Sólo una rosa!

LECABEL.
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